RELIGIÓN Y MENSAJES SUBLIMINALES

Estas inágenes las saqué de una revista misionera católica para niños, no les hubiera prestado atención si no hubiera descubierto un claro mensje subliminal aquí.

La historia es sobre un misionero en medio de un pueblo muy pobre en África intentando ayudar a dos niños que han quedado huérfanos, una acción loable, primero la historia muestra la extrema pobreza de esa gente, llama a la compasíon, y de pronto aparece esta página que muestro al final.

Hace el contraste entre la pobreza y la riqueza, la miseria y la abundancia, el desear y el tener. Porsupuesto quienes tienen dinero para pagar la revista están del lado de los adjetivos de abundancia y felicidad mientras que la gente de la que trata la historia está en el otro extremo; al tener el lector (un niño en este caso) ropa decente, comida, casa y posesiones surge, inevitablemente al hacer la comparación después de leer la historia, un sentimiento al que intentan despertar todas las técnicas de adoctrinamiento, incluso las que usaron los comunistas: La culpa.

Esto es claro: eres culpable de tener, de ser feliz y divertirte mientras otros lloran y mueren de hambre, no mereces lo que tienes porque nada has hecho para merecerlo, deberías darlo todo a esos pobres niños sin padres.

Esto sería cierto si la felicidad se basara en cosas materiales, el mensaje es efectivo (a un primer vistazo a mi me jodió) pero en un análisis más cuidadoso pierde toda su efectividad: Puedes tenerlo todo y no ser feliz, puedes no tener el cariño de nadie, sentirte sol@, vivir una miseria más emocional que material ¿No es esto digno de compasión también?

Otra cosa: ¿Por qué sentirse culpable de tener en abundancia cuando eso no es más que fruto del trabajo honrado? Hace tiempo, en el noticiero, oí las palabras de un señor de unos sesenta años que había podido construir una casa decente para su familia después de años de juntar su dinero mientras sus vecinos se lo gastaban en juergas y ahora viven en casas de esteras. ¿Es justo para esa familia sentir culpa al leer la página?

Así como esos niños no pidieron nacer en medio de la miseria, nosotros no pedimos nacer del otro lado, yo no pedí nacer aquí y tener una computadora para escribir esto, por ese lado no hay de qué sentir culpa.

No, no estoy diciendo que los dejemos a su suerte a los menos afortunados, al contrario, pero es repugnante la solidaridad por culpa en lugar de amor.

Esto lo escribo para que la gente tenga cuidado, este tipo de mensajes no sólo vienen en revistas misioneras o religiosas, quien inteta convencer llamando a la culpa en lugar de otro sentimiento más noble o llamando a la razón lo está haciendo de la peor forma posible.

 

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