UN ANTIGUO RITUAL DE CORTEJO

Hace unas semanas veía la televisión cuando aparece el siguiente comercial de cerveza:

En una playa están dos chicos apoyados en un lujoso auto deportivo tomando la susodicha cerveza. Entonces dos chicas, muy bonitas, se les acercan y sugestivamente les empiezan a preguntar si pueden dar una vuelta en el carro o verse después.

Hasta aquí la parte que me interesa analizar, al final el carro no era de ninguno de los dos, y cuando se reunen con las chicas en una discoteca y una de ellas pregunta por el carro, uno de ellos le dice: "cuando tomo no manejo". fin.

En realidad, esta puede ser una muestra del más antiguo ritual de cortejo, y una inconsciente estrategia de superviviencia:

Si retrocedemos 20 000 años y cambiamos el auto por un antílope recién cazado, entonces es más claro el interés de las mujeres por el premio:

Boilógicamente el macho está hecho para aparearse con cuantas hembras pueda, pero son ellas las que tienen que gestar y alimentar al bebé, por lo que cualquier ahorro de energía les es vital. Un cazador ha tenido que perseguir a la presa, matarla y arrastrarla, o cargar el alimento recolectado, esperar a que esté a su alcance, etc. En una hembra toda esta energía invertida cazando se puedo invertir en mantener a un feto en crecimiento y la leche para amamantarlo una vez nacido, así que ¿Qué mejor manera de obtener alimento, o algún otro favor, que ofreciéndose al macho y conseguir lo que desea sin gasto energético? A cambio ella obtiene alimento, y ambos la satisfacción del instinto que los impulsa a procrer.

Pero esto es sólo justificable en un ambiente donde existe una lucha deseperada por el sustento. Si volvemos a la playa, al carrazo y a la cerveza, no pasa de ser la historia de dos pendejos y dos putas.

Pésimo comercial.